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Arquitectos: ERDC Arquitectos, Taller General
- Área: 48 m²
- Año: 2022
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Fotografías:JAG Studio
Descripción enviada por el equipo del proyecto. EL SITIO.
Periferia, topografía de montaña, lejos pero cerca.
Nos ubicamos en el cerro Auqui, una de las laderas que bordea la ciudad de Quito. Esta locación se encuentra separada de la ciudad por un río. Sin embargo, está a 20 minutos de distancia en auto al centro.
El sitio, a pesar de su cercanía, conserva un carácter rural, pero mantiene una relación visual importante con la ciudad, volviéndose evidente la orientación del proyecto.
El terreno tiene un desnivel mediano y diversa naturaleza a sus alrededores: eucaliptos, pinos, huertos y animales. Por ello, el proyecto se emplaza direccionándose a las visuales y acoplándose a la topografía accidentada mediante un juego de niveles.
LA FUERZA DEL MATERIAL
Se eligió al ladrillo como posibilitador del proyecto debido a su alta inercia térmica. Ésta permite resolver el confort térmico al interior del proyecto a pesar de las variaciones de temperatura al exterior.
Adicionalmente, se pretende explotar las capacidades estructurales del material, resolviendo íntegramente los requerimientos del proyecto. Se solucionan así, límites verticales y horizontales, estructura y cubierta. En el caso de los elementos verticales, estos se resuelven con anchos muros portantes de ladrillo, que aportan masa para el confort térmico al interior. Para la cubierta se utiliza una bóveda rebajada, geometría que permite resolver un elemento horizontal con ladrillo. Pero, por encontrarse el proyecto en una zona sísmica, la bóveda se refuerza con una carpeta de hormigón armado de 3cm de espesor, obteniendo una cubierta ligera y de una amplia superficie. Este sistema constructivo permitió reducir al máximo el uso del hormigón y del acero en el proyecto.
EL HÁBITAT, UN GRAN HORNO DE PAN
La vivienda debe ser acogedora, cómoda y mínima (48m2), ya que cuenta con dos etapas futuras de construcción. En ellas se dotarán espacios para nuevos usos.
El sistema constructivo brinda como resultado un envolvente homogéneo que aporta libertad de intervención y de apropiación del espacio interior.
Los tres niveles interiores permiten la distribución de los espacios: el acceso/baño, la sala/comedor/cocina y el dormitorio/ estudio, manteniendo una relación directa con las visuales a la ciudad y al campo.
De esta manera se resuelve la arquitectura con un gran horno de pan que se asienta en la montaña y se enciende según el área que se utilice.